Mi patria es un latido de guitarras. (J. L. Borges)
Era yo un tipo solitario y de oficios varios y mi debilidad era correr maratones. Cumplí 40 años de existencia tan de golpe que hasta mi propia sombra se sobresaltó. «¡Eh, no tan rápido!, sugirió!». Por entonces vivía de las guitarras, es decir, las fabricaba en mi propio domicilio. Seguir leyendo «Relato: El café de los sueños»